Conociendo a mi putita – PARTE 6

Conociendo a mi putita – PARTE 6
EL CHALET

Fui conduciendo por donde me indicó, ella no paraba de hablar, me contaba sus aventuras, me preguntaba sin esperar mi respuesta, yo bebía de sus palabras y me alimentaba de su carita preciosa. Supongo que tendría cara de gilipollas mirándola, jajajaja. De repente, me puso la mano sobre el paquete y preguntó Como está mi chiquitín? Uyyyyy, veo que está bien despierto!!! Es tremenda, me encanta mi guarrilla preferida!.
En ese momento me señaló una puerta metálica negra de un chalet en aquella zona en la que no me había fijado. Parecía una urbanización de clase alta. Recordé que en cierta ocasión me había contado acerca de un fin de semana de lo más caliente con una amiga suya en un chalet en el que se lo pasaron follando como locas. ¿Sería este el chalet de su amiga? ¿Estaría su amiga?
Las dudas se despejaron nada más entrar al patio del chalet. En el porche, de pie, a contraluz de la iluminación que salía del chalet, había una preciosidad de pie, con los brazos cruzados, las piernas un tanto separadas, lo que hacía que se le transparentara el vestido. Vaya entrada triunfal!! Mi putilla me habría preparado un trío? Joder, no me lo podía creer!! Definitivamente, era mi diosa del sexo!!. Bajamos del coche y nos dirigimos hacia la rubia (ahora se la distinguía mejor), que además de tener un cuerpazo, era preciosa. Mi putilla se adelantó y colgándose del cuello de la rubia, le plantó un morreo para morirse de envida: Este es mi madurito, a que és interesante? La rubia me dio un repaso de arriba abajo y sin decir palabra me dio dos besos y nos hizo pasar al interior. Colgada de mi brazo mi niña me dijo Que te parece mi sorpresa? Guapísima como tú, pero tu eres mi preferida!! Anda, tira para adentro, mentiroso!!!
El chalet era sencillamente perfecto, de porte moderno, sobrio y funcional pero con mucha clase, igual que mis dos monumentos!! La rubia había preparado unos canapés y una birras, nos pusimos a charlar de banalidades, ellas más que yo, y hablando de temas que desconocía. Mis pensamientos volaban, imaginando como me iba a follar a estas dos golfillas, como me iban a hacer disfrutar como un rey, mi mente y demás partes, estaba encendida. Ya solo pensaba en sexo y mas sexo. Terminamos de picotear y saliendo del salón, dijeron ahora volvemos, no te marches, con una sonrisa de golfas que no veas!! Que anormal se iría de allí, con el panorama que se me presentaba!!
A los pocos minutos volvieron envueltas en sendos albornoces y con una toalla de baño en la mano. Seguramente puse cara de tonto, mi putilla se acercó a mí mientras su amiga salía hacia el jardín. Ven, que seguro que estás cansado del viaje y del trabajo. Yo obediente me dejé conducir hacia fuera de su mano. En un rincón del jardín, había un jacuzzi que más bien parecía una piscina, con sus luces encendidas y rezumando burbujas por doquier!! Joderrrr, aquello se estaba poniendo muy cachondo. Entre las dos me desvistieron, mientras se lanzaban miraditas burlonas! La madre que las parió, quería abalanzarme sobre ellas porque me estaban poniendo a parir, pero mi mente me decía de dejarme hacer y es lo que hice.
Una vez en pelotas, me metí dentro del agua y lo cierto es que aquello era la gloria y cerré los ojos sin querer. Cuando reaccioné estaban entrando las dos junto a mí, como Dios las trajo al mundo. No pude evitar fijarme más en la rubia, que la verdad sea dicha, estaba para tomar pan y mojar!! Vaya pedazo de hembra!! Me sentí Abderramán III en Medina Azahara con su harén. A quien se lo contara no se lo iba a creer. Se acercaron una a cada lada mío, acariciándome el pecho, mi putilla bajando rápidamente su mano, para palpar el estado de mi polla, la otra se mantenía un poco más retraída. Cuando notó que mi polla estaba bien dura, se apartó ligeramente y se acercó a su amiga. Directamente pasaron de mi y dieron rienda suelta a sus ganas y su pasión. Me quedé con la boca entreabierta mientras se comían las suyas, tragué saliva cuando mi putilla le devoró los pechos a la rubia. Se me detuvo el corazón, cuando mi putilla, sacando el culo del agua, tuvo el mayor orgasmo que le había visto con la comida de coño que le hizo su compañera, que me miraba de reojo con la boca llena, con una mirada que quise entender como que marcaba su terreno y me dejaba entender de quien era realmente mi putilla. Vamos, que como siempre me había equivocado. No eran dos monumentos para mí. Éramos la rubia y yo para mi guarrilla favorita. Desde luego no daba una con ella, siempre iba dos pasos por delante. Yo estaba a mil, la polla como una roca sin tan siquiera tocarme. Hubiese deseado unirme a la fiesta, pero intuí, que ese era su momento y que no deseaban terceros.
Cuando dejó de jadear mi niña, volvió a meterse en el agua, y tal anguila, se deslizó hacia mí, se colgó de mi cuello y dándome piquitos me preguntó si me había gustado. No esperó mi respuesta, pegando su vientre al mío, me dijo: ya veo que sí, papi. Venga, ven vamos a secarnos y ponernos cómodos.
La anfitriona ya estaba dentro, esperándonos en el salón envuelta en el albornoz cuando la alcanzamos. Bebí otra cerveza y ellas creo que un refresco. Miraba a la rubia, que se comía a su amiga con los ojos. Imaginé que no la iba a probar!! De nuevo mi niña tomó la iniciativa y arrodillándose entre las piernas de la rubia, le desabrochó el albornoz, abriéndoselo como a cámara lenta, como si fuese la primera vez que admiraba sus pechos, preciosos por cierto. Los colmó de besos, de lametones, su lengua hacia círculos sobre sus pezones, sus manos acariciaban cada milímetro de piel de su amiga que había ladeado su cabeza sobre el respaldo, cerrando los ojos. No sé quien de las dos disfrutaba más, o tal vez disfrutaba yo más que ellas con esta sesión de voyeurismo. Mi mente estaba no sabemos esperar!! Cuando por fin alcanzó esa meta, creo que hasta yo solté un suspiro de placer, aunque el de la rubia seguro que fue más autentico. Ahí tenía a mi putilla arrodillada entre las piernas de una rubia buenísima bien espatarrada, comiéndole el coño como una maestra. Me la quedé mirando de arriba abajo, al llegar a la parte baja de sus espalda, vi sus riñones arqueados, su culito elevado y tuve que estirar el cuello, para ver su coñito brillante de tanto que estaba mojando!! Creo que mi polla aún creció un par de milímetros!! La rubia estaba muy buena, pero esta morenaza me ponía como ninguna tía en el mundo!! La desee con todas mis ganas, se me fueron las ganas de ser un simple mirón!! Tenía que follar.
Me acerqué a ella teniendo ante mis ojos ese culo maravilloso, tema de tantos de mis sueños eróticos. Lo estuve contemplando, acerqué una mano para acariciarlo, ella ni se inmutó. Acerqué la otra y le abrí el culo con ambas manos, mmmm que excitante visión; un hilillo de jugos pegajosos se quedó flotando, uniendo ambos labios del coño mojado. Iba a comerme ese coño, pero me entraron ganas de palmear su culo. Sé que le encanta así que le daría unas palmadas mientras le comía el coño a la amiga. Sin previo aviso, le solté una buena nalgada, a la derecha! Dio un respingo, pero enseguida volvió a lo suyo. Le solté otra nalgada en la izquierda. La oí ronronear. Parecía que es lo que estaba esperando de mí. Me apliqué en satisfacer sus supuestos deseos. Entre tanda de nalgadas, le pasaba un par de dedos por su raja, haciéndola mover el culo de placer, en alguna de esas pasadas, le metía los dedos un poco dentro de su coño y los removía antes de volver a sacarlos y darle un par de azotes más. Aquello me estaba poniendo cachondo y me estaba gustando. Miraba como la rubia estaba disfrutando como una loca, no sé si habría corrido ya o que. Mi morena, le comía el coño al tiempo que la masturbaba con tres dedos dentro de su coño. Yo venga darle palmadas a ese culo soñado y juguetear con su entrepierna. Entonces mi niña se giró y me lanzó Quieres follarme de una puta vez??? Y si dejas de azotarme el culo, te capo!! Todo dulzura mi niña!!
Obediente como siempre, me situé en posición, apunté mi capullo a su coñito mojado, sonrosado y palpitante. Le metí la polla hasta el fondo, pero de lo mojada que estaba me deslice en su interior casi sin empujar. Ufff, no recordaba lo caliente que era su coño. Que gusto!!! Empecé a bombear despacito, quería disfrutarla un máximo, porque ya tenía más que claro que a la otra no me la iba a follar. Quería sentir en toda su plenitud la sensación de penetrarla y abrir sus carnes y lo contrario al salir. Le iba soltando palmadas en su precioso culito, a veces le abría las nalgas para mirarle su agujerito, hasta que solté un buen chorro de saliva al tiempo que lo mantenía abierto. Sabía que aquello le encantaba, seguí follándola despacio pero profundo y empujé con mi pulgar en su ano. Cedió sin demasiada dificultad, y le metí el dedo en el culo, removiéndolo sin dejar de follarla. Ya no me fijé ni en lo que la hacía a la rubia ni en la rubia, solo tenía interés por ese culito glorioso, por follarla hasta el fondo y llenarle el coño de leche. Aumenté el ritmo sin darme cuenta, dejé huérfano su ano y la tomé firmemente por las caderas. Me desboqué y empecé a follarla a lo bestia, tenía muchas ganas acumuladas, era mi momento de gloria, las puertas del paraíso se me estaban abriendo y yo iba a entrar en él, de la mano (o del coño) de una angelita divina!! Noté como me subía la leche, como se encogían mis testículos, noté como salió disparado hasta el fondo de sus entrañas el primer chorro, noté como se corría mi niña, como nos corríamos los dos. La rubia no me importaba, había desaparecido de mi mundo. Cuando terminé de correrme y abrí los ojos, la vi tumbada al lado de mi putilla, con su mano acariciándole delicadamente el clítoris a su amante. Joder, que esto no era una competición a ver quien hacía que se corriera nuestra diosa. Pero en fin, aparté de mi mente esos pensamientos celosos y me dejé caer exhausto y mi niña también, pegando su espalda a mi pecho y acariciando el rostro de su preciosa amiga. Olvidé los celos, era feliz!
La sorpresa no era en absoluto lo que vine imaginando, pero tampoco me desagradaba. Mi niña se levantó la primera! Vamos al jacuzzi!! La noche había refrescado, por lo que el agua tibia nos sentó fenomenal. La rubia, demostrando ser una excelente anfitriona, había traído una botella de cava y copas, no por nada estábamos en Cataluña!! Brindamos los tres, nos besamos los tres, bebimos los tres, nos relajamos los tres. Los pies empezaron a jugar por debajo de la superficie buscando los cuerpos de los demás, las burbujas, nos hacían flotar, los cuerpos avanzaban y retrocedían entre dos aguas, acercándose, alejándose. Me aventuré a acercarme un poco más a la rubia y alcancé su cintura con mi brazo derecho mirándole la boca con deseo. No se apartó ni vi gesto en contra, por lo que acerqué mis labios y la besé, me correspondió y empecé a excitarme, me gustaba como besaba. No era con la misma ansia que mi niña, pero besaba con mucha pasión. Sentí los pezones duros de mi putilla, pegarse a mi espalda y morder mis hombros y mi cuello. Pegó su cuerpo a mi cuerpo, sus manos se deslizaron por mi pecho, aprisionando mis pezones, acariciando mi vientre, bajando a mi polla. Yo seguía devorando la boca de la rubia y ella acompañó a su amiga con sus caricias, me estaban calentando a marchas forzadas. Mi polla empezaba a plantar cara. Mi putilla pasó su mano entre mis nalgas u sentí su dedo apuntando mi ano, sabía que aquello me la ponía bien dura. Estuvimos así hasta que mi niña pasó a primer plano y se fundieron nuestras bocas, nuestras manos se entremezclaron y nuestros cuerpos se perdieron. Era hora de salir del agua.
Nos secamos los unos a los otros y subimos al dormitorio principal, allí no había una cama, aquello era la reina de las camas!! Rodamos sobre ella, sobre nosotros, sus bocas se juntaron sobre mi capullo, besándose, chupándome, lamiéndome. Nunca me habían hecho una mamada a dos bocas!! Dios, aquello era de lo más excitante. Que morbo ver aquel par de bellezones, chupándome la polla a la vez, besándose y recorriendo mi tronco con sus lenguas!! Me la pusieron bien, bien dura, yo intentaba alcanzar sus cuerpos, pero se escurrían.
Al momento se detuvieron a la vez y vi como la rubia pasaba una pierna por encima de mi cuerpo. Me va a follar, pensé. Pues no! Se sentó sobre mi cara y no tuvo que darme instrucciones, empecé a comerle el coño, le sabía rico, empezaba a mojar y esos jugos eran bien sabrosos. Sentí como mi putita caliente, me tomaba la polla con una mano y a continuación se sentaba sobre ella. Uffff, se dejo caer de golpe la muy zorra!! Casi me descapulla!! Pero que sensación notar el fondo de su coño!! Empezó a cabalgarme mientras le chupaba el coño a su amiga, esta se inclinó hacia delante, supongo que para besarse. Las dos movían sus caderas, una sobre mi cara, la otra bien ensartada. Al poco, noté unos dedos deslizándose entre mi lengua y el coño que me estaba comiendo. Mi guarrilla estaba masturbando a la rubia. Luego supe que la rubia hacía lo propio con la morena. Y ahí estaba yo, tumbado, casi violado por dos preciosidades, moviendo la lengua como un poseso, porque el chochete como diría Torrente, que me estaba comiendo, sabía a gloria. Mi polla, que ya no era mía, follada por una guarrilla que cada vez era más puta, deseando que aquello no terminase nunca y agradeciendo a quien sabe quien, la dicha de poder disfrutar como nunca. El ritmo de aquellas fierecillas fue aumentando y la lengua se me entumecía, la polla estaba que quería estallar, la leche me subía por todos lados, yo no daba más de mí! Intuyendo que me quedaba poco para correrme, mi putilla se detuvo y ambas me desmontaron, jejejej. Suena bien.
Muy sarcástica ella Que pasa papi, no aguantas a dos niñitas malas??? Será golfa! Como voy a aguantar a dos tías buenas como vosotras?? Si no me da un infarto hoy, no me lo da en la vida. Se rieron a carcajadas las dos, me empujaron hacia atrás de nuevo y volvieron a hacerme esa fabulosa mamada a dos bocas!!! Ahora si que iba a reventar aquello!!! No sé lo que duré, solo recuerdo, que salió leche a borbotones, el primer chorro creo que alcanzó la estación espacial, los otros se perdieron de mi vista nublada. Alcancé a alzar la nuca para ver a esas dos putillas lamiéndose una a la otra la cara limpiándose de mi leche y dándose unos morreos de infarto. Vaya con las putillas de hoy día!! Cuantas cosas me había estado perdiendo. Ellas si que sabían disfrutar de la vida!! Se olvidaron de mi (lógico) y empezaron a gozar la una de la otra, a darse placer como solo las mujeres saben darse, ajenas a lo que pasara en su alrededor y aquello fue bello. No era guarro, era hermoso ver a esas dos hembras calientas amarse y follarse. Creo que me quedé medio dormido viéndolas, en realidad, me quedé dormido hasta que me despertaron para irnos. Era de mad**gada bien avanzada. Fue una noche fantástica, inimaginable, nos despedimos de la rubia y nos fuimos somnolientos al hotel. Ni le pregunté. Esa noche dormimos juntos. Amo a mi putilla.

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