A por el culo de mi prima.
No paraba de recordar cuando le lamí el culo entero a mi prima, seguía masturbandome recordando lo mojadita que estaba cuando le pase la lengua por su pequeño ano. Deseaba repetirlo y esa vez llevarlo más lejos, quería follármela por su enorme culo y ponerla a cuatro patas, que sintiera como su pequeño ano fuese agrandandose con un consolador en su culete.
Aquel día fui a su casa por sorpresa, como somos familia dormir alli era demasiado fácil, y con ella aún más.
Durante todo el día se le notaba muy tímida, pero yo la notaba deseosa de sexo.
Cuando llegó la noche fui a su habitación, ella estaba despierta, tal y como pensé, estaba esperando a que fuera a visitarla, eso me puso aún más caliente al ver como me esperaba casi desnuda.
– Hola – Dijo ella tímidamente frotandose una mano por sus braguitas.
Esbocé una sonrisa y me acerqué a su boca, dandole un rico beso, lamientole sus labios, susurrándole – Hoy tu culito será mio.
Mi cerda prima se mordisqueó el labio de excitación. Le pasé los dedos por sus tetas desnudas, pellizcándole los pezones que ya estaban duros. Sus tetas eran enormes y me encantaban, deseaba verlas botar sobre mi cara y que me metiera sus pezones en la boca.
Se sento encima mía una vez me acomode en su cama. Le acariciaba su culete mientras le besaba les tetas. Jenny suspiraba mucho, pero tendría que contenerse si no quería que sus padres la pillaran encima mía dandome sus hermosas tetitas para comer.
Separe sus braguitas de su culo, introduciendo una mano en su culo, buscando su ano con mis dedos, para acariciarselo y dilatarselo lentamente.
Cuando encontré su apretado ano comencé a acariciarselo con los deditos, sus pezones se agrandaron aún más en mi boca todavía.
– Que rico…- La oi decir.
La quitñe de encima mía y la tumbé con las piernas hacia ella, le baje las bragas de un tirón y meti mi boca en su clítoris, o lamia pasionalmente mientras ella se apretaba los pezones y abria la boca con suaves gemidos, estaba muy caliente la zorrita.
Me mjé uel dedo indice y se lo pasé por su ano a la vez que le chupaba su humedo coño. Lo introducí en este y la sensación era riquísimas, apretadito, calentito y cómodo. Se deslizaba que daba gusto. No podía parar de desear su culo. Saqué el dedito y acerque mi cara a su culo.
– ¡Chúpamelo! – Dijo esta sin poder aguantarse más
– Estás muy caliente ¿eh perra? – le dije metiendo mi lengua en su ano – Te lo dejaré bien lubricado para que cuando te pete entre bien y disfrutes como una cerdita.
Después de un largo rato lubricandole el culito con mi lengua y introduciendo deditos saqué el dildo negro que pasaría a colocarme en la cintura y apretarme a mi prima.
Me lo coloqué y lo primero que hice fuñe meterle la polla en su boca, no se lo esperaba y la atraganté, eso me puso muy caliente. La agarré del pelo y le metia la polla en su boca.
-Come guarra-Le dije dandole una bofetada. Le saqué la polla y empecé a darle latigazos con ella por su boca.
– Metela ya amor – Me suplicó sacandose ella misma el pene de goma y poniendose a cuatro patas.
Le agarre del culo y se lo abri, metiendo el dedo otra vez.
-Después de este dedito ya sabes lo que viene…- Froté el cabezón del dildo por su ano y la cerda se estremeció aún más. Fui introduciendolo lentamente y entraba perfectamente – Pensé que costaría más que entrara, ya veo lo puta que eres, tienes el culito muy abierto – Dije dandole un azotito.
Empezó a jadear como una perra, observaba como su culo absorvia y escupía aquel rabo de goma, me estaba poniendo a mil, por fin su culito era mío. me agaché y le agarré de los pezones mientras me la follaba.
– Que buena estás perra – le dije aún más cachonda – Y que culito tan rico tienes – susurraba enferma de placer.
Volví a colocarme bien y le di embestidas más fuertes, separando sus nalgas para poder contemplar bien la penetración.
– Masturbate mientras te follo zorra, así podrás tener el rico orgasmo de la última vez.
– Sí mi amor – Exclamó ella frotandose el clítoris con un gran frenesí.
Aún no llegaba y yo quería verla botar, quería ver esas tetas rizar por mi boca mientras me la follaba, asíque la cogi del pelo y la quité, colocandome yo tumbada y ella encima.
-Metete tu el rabo, que yo vea como te la metes en tu culo, vamos puta – Le dije con una mirada de pera lasciva.
Ella hizo caso y se introdució el rabo en su culito, botando encima mía, aproveché para pellizarle los pezones mientras ella saltaba sobre mí y frotaba su clítoris contra mi barriga.
Era una imagen hermosa.
Continuó así un largo rato y yo disfrutaba, hasta que la guarrita volvió a disfrutar de un merecido y rico orgasmo.