El sillón de Matu

El sillón de Matu
-Hiciste mierda la tarjeta- Matu gritaba pero su enojo era fingido – No puedo creer lo que hiciste. Veníamos bien y ahora estamos hasta las bolas con el banco
-Pero habíamos quedado en que íbamos a comprar el juego de living- respondió Ágata con mucha culpa
-Si, pero no en este momento, mas adelante, Ahora voy a tener que laburar como un esclavo para pagar estos sillones- respondió él levantando la voz
La discusión no era pareja. Ella parecía estar sinceramente arrepentida de ese gasto elevado en esa época del año, mientras que él intentaba aprovecharse de la situación y sacar un provecho extra. No era que a Matu le disgustaran los sillones, sino que estaba intentando maniobrar astutamente para lograr su objetivo que no era para nada económico
-¿Que puedo hacer para que me perdones?- suplicó Ágata
-¿Qué estás dispuesta a hacer para enmendar este error?
-No, se, lo que digas- se expuso ella sabiendo que las consecuencias podían ser muy complicadas.
-Esto no se arregla con una simple chupada de pija, mi amor esto merece un esfuerzo mayor para calmar mi enojo
-Está bien amor, lo que quieras- accedió finalmente ella
-Te tomo la palabra- finalizó Matu la discusión relamiéndose de lujuria

Los días pasaron hasta que finalmente Matu le dijo a su esposa.
-Preparate porque esta noche vas a pagar los sillones
Ágata imaginaba o mejor dicho sabía por donde venía el castigo. Conocía las ideas que tenía su esposo acerca del sexo y si en un principio había estado un tanto inquieta sobre que podía suceder, con el correr de los días esa inquietud se había transformado primero en curiosidad y finalmente en excitación.
Para cuando sonó el timbre de la casa Ágata estaba parada en el comedor vestida con un vestido muy pequeño y entallado de látex negro que terminaba en una minifalda con tablas. No llevaba puesta ningún tipo de ropa interior.
Matu abre la puerta y saluda al recién llegado
-Hola ¿Cómo estás?
-El hombre estrecha la mano, sonríe cómplice, pero no dice una palabra
-Pasá. Ágata esta en el comedor.
El hombre asiente
Efectivamente allí estaba ella, con su vestido sexy, su pelo rubio y los ojos vendados
-Hola dijo ella al sentir la presencia del invitado. Él no contestó
-Toda tuya, dijo Matu
El hombre se acerca lentamente a Ágata y comienza a observarla con mucho deseo. La mira de arriba a abajo, le da una ojeada a los pechos que se dibujaban maravillosamente debajo del vestido, le levanta la pollera y mira con detenimiento su culo y su preciosa concha completamente depilada.
– Hola -repite ella -¡No vas a decir nada? Pregunta muy nerviosa por la excitación y sabiéndose observada.
Matu se había desnudado y comenzaba a acariciarse lentamente la pija
El hombre abraza por la cintura a Ágata y comienza a acercarla hacia si. Ágata se sobresalta al sentir el brazo que la rodea. Estaba mojada
-¿Quién sos? -Pregunta ella
-Shhhhhh
Ahora estaban los dos muy cerca. Ágata sentía el abrazo firme en la cintura, una mano que hurgaba en su cola y una pija dura en su vientre. El hombre se había desabrochado el pantalón y su verga erecta se refregaba contra la panza de ella. Le dio un beso de lengua penetrante y prolongado. Ágata lo abraza por el cuello y se pega muy fuerte al hombre con el corazón sobresaltado y la respiración entrecortada.
Las manos del hombre recorren cada centímetro del culo de ella con sus manos, y comienza a mordisquear los pezones duros que se marcaban por debajo del vestido sin dejar de restregarse contra su vientre y su concha. Ella jabeaba muy fuerte. Se sentía manoseada y chupada como una mujerzuela. Sentía las manos de el jugando con el agujerito de su culo y la pija durísima que se friccionaba desde su concha hasta su panza.
-Dale franeleame bien que estoy recaliente. Meteme las manos por todos lados que me siento reputa.- Suplicaba Ágata gimiendo en cada palabra. Le encantaba sentirse así, experimentar esa situación morbosa que la ponía más ardiente a cada segundo, mientras se seguían besando con mucha pasión y saliva.
Matu estaba totalmente al palo de ver como su esposa era besada, lamida y toqueteada por todas partes y como la calentura desaforada la había transformado en una desconocida. Se masturbaba lentamente con la esperanza de aguantar lo más que pudiera para estirar el placer. No sabía cuanto podría soportar.
El hombre hizo arrodillar a Ágata para que le chupe la poronga, y ella lo estaba haciendo con una dedicación asombrosa. La pija de el no era muy larga, pero si muy ancha y Ágata la estaba saboreando con muchísimo placer. La lamia desde la base hasta la cabeza por momento como si estuviera lamiendo un helado de frutilla, para después metérsela toda dentro de la boca. Después se la sacaba, jugaba con su lengua y se metía los dos huevos recién depilados en la boca. La pija estaba que reventaba dentro de su boca.
Matu no recordaba que su esposa alguna vez lo hubiera chupado así.
-Por favor metémela bien adentro que me explota la concha. Pero el no le permitía que deje de chupar. Ella estaba como loca
-No me importa que no me hables, pero por favor garchame de una puta vez -Suplicaba Ágata cuyas piernas estaban mojadas por sus jugos vaginales.
El hombre levantó a Ágata y la hizo acostarse en el sofá que había comprado con la tarjeta de Matu. Ella se recostó con las manos al costado de la cabeza y con el vestido levantado mostrándole su argolla depilada lista para ser cojida. El hombre se para frente a ella y comienza a masturbarse sobre ella hasta que un enorme chorro de leche sale de su pija cayendo y empapando el hermoso vestido negro de Ágata. La leche fue tan abundante que también cayo en parte sobre la cara de ella y sobre los sillones nuevos.
Cuando el hombre terminó de eyacular Matu corrió a chupar el semen que había caído sobre el vestido de Ágata y con su boca llena de esperma le dio un beso muy profundo a Ágata. Un beso lleno de saliva y guasca. A continuación Matu se incorporó y eyaculó él también sobre la ropa de Ágata. El vestido ahora si lucia espectacular. Negro con las manchas blancas de semen.
Los hombres se miraron con complicidad y se rieron. Había sido una paja maravillosa. Pero Ágata había quedado desesperadamente caliente e insatisfecha. Entonces, entre los dos procedieron a atar las manos de Ágata a su espalda y también sus piernas
-¿Qué hacen? Cojanme que no aguanto más necesito un pijazo.
Matu y su amigo se marcharon hasta la cocina desde donde podían ver los desesperados e infructuosos intentos de Ágata por masturbarse.Atada como estaba le era casi imposible hacerlo. Se retorcía por el suelo o se frotaba contra el apoyabrazos del sillón buscando saciar su calentura.
-No sean hijos de Puta métanme algo en la argolla que no soporto mas.- Casi suplicaba ella.
El timbre de la casa sonó nuevamente.
-¡Por fin! Exclamo Matu
Eran dos hombres jóvenes.
-Hola ¿Cómo están? Pensé que no venían -le dijo Matu cuando entraron
-Se re complicó el tráfico. Pero llegamos. Espero que no sea tarde
-No, para nada, llegaron en el momento justo
-¿Donde está tu mujer?
-Allí está
Los jóvenes miraron y vieron que Ágata estaba arrodillada tratando de frotarse el clítoris contra el sillón, situación imposible de lograr por que la ataduras se lo impedían.
-Hola, yo soy Leandro y te voy a garchar delante de tu marido .Le dijo a Ágata uno de los jóvenes
-Hola, soy Ágata, y por favor garchame rápido que tengo la concha en llamas, y esos dos boludos no me hicieron nada.
Leandro desató a Ágata sin sacarle las vendas de los ojos e inclinándola un poco hacia delante le metió la verga de un empujón desde atrás, bien adentro de la concha que estaba completamente inundada de los jugos.
-Ayyy, por fin- exclamo con mezcla de alivio y placer- Que pedazo de pija que me metiste hijo de puta.
Leandro no había necesitado mucho. Matu y su amigo habían hecho el delicado trabajo de calentarla y prepararla para que se la cojan si prolegómenos.
-Javi vení. -le dijo Leandro a su amigo. Javi se acercó
-Hola soy Javi. Se presento ante ella
-Dale nene ponete en bolas que me muero por chuparte la poronga, -Le contesto Ágata, completamente fuera de si. Javi se desnuda y le mete la pija de tamaño normal en la boca a Ágata que estaba siendo cojida al mismo tiempo por Leandro.
-Vení, acercate,- le dice Leandro a Matu. -Mira como me empomo a tu mujer. Matu estaba enloquecido pajeándose mientras miraba como esa pija enorme entraba y salía completamente empapada y brillosa del interior de su esposa.
-¿Te gusta ver como me garcho a la putita de tu mujer?
-Siiii, me encanta, dale mas fuere que yo no puedo
-Es demasiada hembra para vos. Deberías haberla entregado hace mucho
Ágata que ya venia totalmente excitada desde hacía rato, por la franela anterior no aguanto mas y mientras recibía los pijazos de Leandro y chupaba la verga de Javi acabó con una fuerza inusitada
-AAAHHH. LA PUTA MADREEE -Gritaba desaforada mientras se sacudía descontrolada –SIIII. Que pedazo de pija que tenés me haces mierda.
El polvo de Áagta fue descomunal pero Ni Javi ni Leandro querían que se termine así que se fueron turnando uno en la concha y otro en la boca. Ágata tuvo otro orgasmo hasta que a Javi dijo
-Te quiero romper el orto putita
-Lo que quieras. Haceme lo que quieras- contesto Ágata trastornada por tanta calentura
Leandro se sentó en el sofá con su enorme pija señalando al techo. Ágata se montó sobre ella emitiendo un profundísimo quejido de placer. Mientras ella cabalgaba y el le chupaba las tetas, Javi se acerco por detrás y le metió su pija en el culo sin mayor dificultad
-Que trola mas hermosa, tenés el orto todo roto le dijo
-Si papi abrímelo más
Los tres así enlazados se movían descontrolados, jadeaban y gritaban Ágata tuvo al menos otros dos orgasmos sintiendo las dos pijas en su interior, hasta que al final tanto Leandro como Javi acabaron en el interior de Ágata.
Una vez satisfechos todos, Javi comenzó a retirarse del ano de Ágata. Al sacar su pija del interior de ella comenzó a salir todo el semen que le había depositado. Cuando Ágata desmontó la poronga de Leandro un río de esperma cayó de su interior
Matu desesperado corrió a chupar la concha y el culo de su esposa y una vez limpio de semen el exterior penetro a su mujer para sentir el placer de meter su pija en su concha y sentir todo el semen ajeno que la inundaba.
-Que maravilla sentir toda la leche que te dejaron adentro.
Matu acabó con un grito y la casa quedó tranquila
-¿Me puedo sacar la venda de los ojos?- pregunto ella un rato después
-Todavía No cuando se vayan ellos.
Al rato tanto Javi como Leandro se despidieron con un beso de lengua para Ágata y un abrazo para Matu y se fueron
-Ahora podés sacarte la venda
Ágata se quita la venda de los ojos y se encuentra frente a frente con el hombre que se había masturbado sobre su vestido
-Ibarón! Exclama sorprendida ¿Qué hacés vos acá?
-Hola Ágata. ¿Cómo estás?
-¡¿Pero vos?! ¡El amigo de Matu!- y mirando a su esposo le preguntó -¿Cómo se te ocurrió semejante cosa?
– Hace rato que me calentás y cuando Matu me lo propuso no dudé un instante. Me hice demasiadas pajas con vos como para desaprovechar semejante oportunidad. No te das una idea de todo lo que me costo quedarme callado y no decirte como me excitas y como me parás la pija
-Lo planeamos entre los dos aclaró Matu
-Que guachos, se aprovecharon de mi- Rió Ágata
-Tomemos algo dijo Matu
Los tres fueron a la cocina para tomar algunas bebidas y comer algo que le permitieran recuperarse de la sesión de sexo que habían tenido. Conversaban amigablemente.
Ágata se levantó de la mesa, aún con su sexy vestido de látex lleno de semen. Se inclinó sobre la bacha de la cocina para enjuagar la vajilla, cuando Ibarón se acercó por detrás y le apoyo su dura verga en el culo
-Ay, ¿Qué haces?- Pregunto sorprendida Ágata
-Te dije que me calentabas. Me pusiste la poronga dura de nuevo
-Eh que haces dijo débilmente Matu? Ya terminó todo
Ibarón hizo caso omiso a las palabras de Matu y siguió frotando su verga contra el culo de Ágata al tiempo que le agarraba las dos tetas con las manos
-Me costó mucho quedarme callado, porque quería mantener la sorpresa, pero ahora voy a decirte todo lo que me provocás.- Ibarón jadeaba
-Pero… -Balbuceaba Matu.
-Callate y mira-Le respondió enérgico Ibarón
-Dale decime todo lo que te provoco.
-Me calentás mucho hermosa. Cada vez que pasas a mi ml lado no puedo evitar mirar como movés el orto o como se balancean tus tetas. Cuando te agachás para levantar algo me imagino a mi verga entrando en tu argolla. Me mato a pajas con tu cuerpo vestido
-¿Y que más? Dale, decime que me calienta mucho saber que estuviste así por años
-También con las fotos que me manda Matu por correo donde te veo la argolla abierta y depilada
-¡¿Te manda mis fotos?! ¡Que hijo de puta!- decía Ágata con voz temblorosa
-Vos también me calentas-Le confesó Ágata para sorpresa de Matu
-El otro día tenías la pija parada y no podía sacar la vista de ahí. Por suerte ahora la tengo toda para mi
-Me di cuenta. Era por vos.
Matu no daba crédito ni a sus ojos ni a sus oídos.
-Me dejaste re caliente hace un rato. Cuando sentí que acababas te quería matar. Necesitaba desesperadamente una poronga
-Quedate tranquila, hora te voy a garchar como soñe.
-Si dale, cogeme Ibarón.
Ibarón levantó a Ágata y la recostó boca arriba sobre la mesa con fuerza. Las bebidas y la cosas para comer cayeron al piso mientras Matu miraba azorado como fuera de todo programa se garchaban a su mujer, sin su permiso. La dura pija de Ibarón entraba y salía de la concha mojada de Ágata para deleite de los tres.
-Al fin te puedo coger. Hace años que espero este momento
-Yo también necesitaba otra pija diferente a la Matu y me encanta que sea la tuya.
Matu se pajeaba
-Mira como me pusiste, estoy chorreando la mesa
-Dios esta concha me vuelve loco
-Dios esta pija me vuelve loca
Ibarón y Ágata cojian con violencia. La mesa se movía con cada empujón de Ibarón quien ya le había metido un dedo en el orto a Ágata.
-Que bien que me estas cojiendo hijo de puta. Te siento por todos lados. Seguí así no pares cojeme, cojeme, cojeme
-Mirá Matu como me coje tu amigo. Me está haciendo mierda. Mirá carnudo, esta no te la esperabas
La gorda pija de Ibarón estaba haciendo estragos en la concha de Ágata quien se había agarrado de los lados de la mesa y gritaba desaforada. También le revolvía el dedo en el culo para mayor placer de ella
-Garchame garchame delante de mi esposo. Miraaaa Matu, mirá como me coje tu amigo
-Voy a acabar le dijo Ibarón
-Dale hijo de puta dame toda la leche
-Acabo Ágata, Acabo.-Decía Ibarón mientras descargaba toda su esperma en el interior de Ágata
-SIIIII, Llename toda. Llename de leche
Finalmente los dos quedaron exhaustos e Ibarón se acostó sobre ella con la pija todavía adentro.
-Viste cornudito como se coje. Tu amigo me hizo mierda.
-Esta noche no la voy a olvidar jamás- dijo Matu
-Creo que nadie la va a olvidar

Horas después cuando los dos esposos estaban en la cama preparándose para dormir el le dijo
-Realmente tengo que confesarte que me hice el enojado y que me encantó el sillón. También decirte que fingí mi enojo sobre lo de la tarjeta y creo haberlo hecho los suficientemente bien como para engañarte. Se pavoneaba Matu
-¿Realmente creíste que me engañaste Matu? Hace muchos años que nos conocemos y ya se cuales son las cosas que te calientan. Hace tiempo que necesito un buen pijazo que no sea el tuyo para calmarme de mis calenturas. Lo de hoy fue preparado por vos pero con mi consentimiento, pero te aseguro que a partir de mañana me van a garchar en cualquier momento y en cualquier lugar. Cuando vea un tipo que me caliente me lo voy a coger sin miramientos porque esto es lo que vos querés y a mi me va a hacer feliz hacerte feliz.
Ágata le dio un piquito en la boca a Matu, giró y apagó la luz del velador
-Buenas noches mi amor. Que duermas bien
Matu tardó mucho en dormirse

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